22.11.22

Eugenio Montale: Los Limones / I Limoni

Óyeme, los poetas laureados
se mueven solamente entre plantas
de nombres poco usados: boj, ligustros o acantos.
Yo, para mí, amo las sendas que conducen
a las herbosas zanjas donde en charcos
casi secos acechan los muchachos
alguna enjuta anguila:
los senderos que siguen los ribazos,
bajan entre el penacho de las cañas
y llevan a los huertos, entre los limoneros.

Mejor si la algazara de los pájaros
se apaga devorada por el cielo:
más nítido se escucha el susurrar
de las ramas amigas al aire casi inmóvil,
y las sensaciones de este olor
que no sabe apartarse del suelo
rociando el corazón de una dulzura inquieta.

Aquí, de las pasiones desviadas,
calla la guerra, por milagro,
aquí también a los pobres nos toca nuestra parte de riqueza
y es el olor de los limones.

Mira, en estos silencios en que las cosas
se abandonan y parecen muy próximas
a traicionar su último secreto,
a veces esperamos
descubrir un olor de la Naturaleza,
el punto muerto del mundo, el eslabón perdido,
el hilo que al desenredarlo finalmente nos ponga
en el centro de una verdad.

La mirada sondea a su alrededor,
la mente indaga, concuerda, desune
en el perfuma que se propaga
cuando más languidece el día.
Son los silencios en los que ve
en cada sombra humana que se aleja
alguna perturbada Divinidad.

Pero desfallece la ilusión y el tiempo nos devuelve
a las ciudades rumorosas donde el azul se muestra
solamente  retazos, en lo alto, entre molduras.
Después, la lluvia cansa el suelo; se espesa
el tedio del invierno sobre las casas,
la luz se torna avara, amarga el alma.
Hasta que un día, a través de un portón mal cerrado,
entre los árboles de un patio
se nos aparece el amarillo de los limones,
y se deshiela el corazón,
y retumban en nuestro pecho
sus canciones
las trompas de oro del esplendor solar.

Traducción de Horacio Armani.



Ascoltami, i poeti laureati
si muovono soltanto fra le piante
dai nomi poco usati: bossi ligustri o acanti.
lo, per me, amo le strade che riescono agli erbosi
fossi dove in pozzanghere
mezzo seccate agguantanoi ragazzi
qualche sparuta anguilla:
le viuzze che seguono i ciglioni,
discendono tra i ciuffi delle canne
e mettono negli orti, tra gli alberi dei limoni.

Meglio se le gazzarre degli uccelli
si spengono inghiottite dall'azzurro:
più chiaro si ascolta il susurro
dei rami amici nell'aria che quasi non si muove,
e i sensi di quest'odore
che non sa staccarsi da terra
e piove in petto una dolcezza inquieta.
Qui delle divertite passioni
per miracolo tace la guerra,
qui tocca anche a noi poveri la nostra parte di ricchezza
ed è l'odore dei limoni.

Vedi, in questi silenzi in cui le cose
s'abbandonano e sembrano vicine
a tradire il loro ultimo segreto,
talora ci si aspetta
di scoprire uno sbaglio di Natura,
il punto morto del mondo, l'anello che non tiene,
il filo da disbrogliare che finalmente ci metta
nel mezzo di una verità.
Lo sguardo fruga d'intorno,
la mente indaga accorda disunisce
nel profumo che dilaga
quando il giorno piú languisce.
Sono i silenzi in cui si vede
in ogni ombra umana che si allontana
qualche disturbata Divinità.

Ma l'illusione manca e ci riporta il tempo
nelle città rumorose dove l'azzurro si mostra
soltanto a pezzi, in alto, tra le cimase.
La pioggia stanca la terra, di poi; s'affolta
il tedio dell'inverno sulle case,
la luce si fa avara - amara l'anima.
Quando un giorno da un malchiuso portone
tra gli alberi di una corte
ci si mostrano i gialli dei limoni;
e il gelo dei cuore si sfa,
e in petto ci scrosciano
le loro canzoni
le trombe d'oro della solarità.

16.3.15

Catulo: Poema 13 ¨Cenarás bien, Fábulo mío, en casa¨ / Catullus: "Cenabis bene, mi Fabulle"

Cenarás bien, Fábulo mío, en casa,
en unos días, con el favor de los Dioses,
si traes comida buena y abundante,
no sin una hermosa muchacha,
y vino y sal y mucha risa.
Haz así, querido amigo, tráelo, ven,
y cenarás bien; que la bolsa de tu Catulo
está llena de telarañas.
Por mi lado recibirás el más puro cariño
o quizá algo más suave y elegante:
el perfume que a mi amada regalaron
las Venus y los Cupidos.
Cuando lo huelas, a los Dioses rogarás
que te hagan todo, Fábulo, nariz.


Traducido por Martín Monreal





Cenabis bene, mi Fabulle, apud me
paucis, si tibi di favent, diebus,
si tecum attuleris bonam atque magnam
cenam, non sine candida puella
et vino et sale et omnibus cachinnis.
haec si, inquam, attuleris, venuste noster
cenabis bene; nam tui Catulli
plenus sacculus est aranearum.
sed contra accipies meros amores
seu quid suavius elegantiusve est:
nam unguentum dabo, quod meae puellae
donarunt Veneres Cupidinesque,
quod tu cum olfacies, deos rogabis
totum ut te faciant, Fabulle, nasum.










Catulo: Poema 5 ¨Vivamos, Lesbia mía¨ - Catullus: ¨Vivamus, mea Lesbia¨


Vivamos, Lesbia mía, y amemos,
que los rumores severos de los viejos
valdrán para nosotros un centavo.
Los soles se ponen y surgen nuevamente;
para nosotros, cuando nuestra breve luz se apaga,
la noche es un sueño perpetuo.
Dame mil besos, después cien,
después mil otra vez, después cien más,
después de nuevo otros mil, después cien.
Luego, cuando muchos miles juntemos,
los confundiremos para no saber,
y para que ningún malvado envidioso sepa,
cuántos besos son.
 

Traducción Martín Monreal




Vivamus, mea Lesbia, atque amemus
rumoresque senum seueriorum
omnes unius aestimemus assis.
soles occidere et redire possunt;
nobis, cum semel occidit breuis lux,
nox est perpetua una dormienda.
da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum;
dein cum milia multa fecerimus
conturbabimus illa ne sciamus
aut ne quis malus inuidere possit
cum tantum sciat basiorum.










30.12.14

Francois Villon - Balada de los Contrarios / Ballade des Contre-Vérités


1.

No hay más cura que el hambre,
Ni servicios que los de un enemigo
Ni sabores que los de un fardo de heno
Ni centinelas que un hombre dormido
Ni clemencia que la traición
Ni refugio que entre los desamparados
Ni fe que la de quien reniega
Ni mejor aconsejados que los enamorados.

2.

No hay más engendramiento que en los baños
Ni buen nombre que el del desterrado
Ni risa que después de un puñetazo
Ni honra que en las deudas sin pagar
Ni amor sincero que en la adulación
Ni encuentro que de miserables
Ni reporte verdadero que la mentira
Ni mejor aconsejados que los enamorados.

3.

No hay más reposo que vivir preocupado
Ni acción elevada que decir, "¡Puaj!"
Ni derroche que de falsas monedas
Ni salud que una inflamación
Ni coraje que en la cobardía
Ni cautela que la de los furiosos
Ni ternura que en la mujer turbada
Ni mejor aconsejados que los enamorados.

4.

Y, ¿quieren que les diga la verdad?
No hay más goce que en la enfermedad
Historia más cierta que en el teatro
Canalla más vil que el caballero
Sonido más horrible que una melodía
Ni mejor aconsejados que los enamorados.

Traducido por Martín Monreal



Ballade des contre-vérités
Il n'est soin que quand on a faim
Ne service que d'ennemi,
Ne mâcher qu'un botel de fain,
Ne fort guet que d'homme endormi,
Ne clémence que félonie,
N'assurance que de peureux,
Ne foi que d'homme qui renie,
Ne bien conseillé qu'amoureux.

Il n'est engendrement qu'en boin
Ne bon bruit que d'homme banni,
Ne ris qu'après un coup de poing,
Ne lotz que dettes mettre en ni,
Ne vraie amour qu'en flatterie,
N'encontre que de malheureux,
Ne vrai rapport que menterie,
Ne bien conseillé qu'amoureux.

Ne tel repos que vivre en soin,
N'honneur porter que dire : " Fi ! ",
Ne soi vanter que de faux coin,
Ne santé que d'homme bouffi,
Ne haut vouloir que couardie,
Ne conseil que de furieux,
Ne douceur qu'en femme étourdie,
Ne bien conseillé qu'amoureux.

Voulez-vous que verté vous dire ?
Il n'est jouer qu'en maladie,
Lettre vraie qu'en tragédie,
Lâche homme que chevalereux,
Orrible son que mélodie,
Ne bien conseillé qu'amoureux.

Sir Walter Raleigh - Incluso Así es el Tiempo / Even Such is Time

INCLUSO así es el Tiempo, a quien confiamos
Nuestra dicha, y juventud, y nuestro todo,
Y no nos paga más que en polvo y años;
Que, en el negro y silencioso lodo,
Con todos los caminos ya vagados,
La historia cierra de nuestro albedrío:
Y de cuya tierra y tumba y polvo
El Señor habrá de alzarme, confío.

Traducido por Martín Monreal





EVEN such is time, that takes in trust
Our youth, our joys, our all we have,
And pays us but with earth and dust;
Who, in the dark and silent grave,
When we have wandered all our ways,
Shuts up the story of our days:
And from this earth and grave and dust,
The Lord shall raise me up, I trust.



22.12.14

Robert Frost - Parando en los Bosques una Noche Nevada / Stopping by Woods on a Snowy Evening





De quién son estos bosques creo saber.
Su casa está en el pueblo, sin embargo;
No me verá pararme aquí
A ver cómo sus tierras se llenan de nieve.

Mi pequeño caballo debe pensar que es raro
Detenerse sin una granja en vista,
Entre el bosque y el lago congelado,
En la noche más oscura del año.

Sacude brevemente las campanas de su arnés,
Inquiriendo si no hay algún error.
El único otro ruido es el barrer
Del viento ligero y los suaves copos.

Es un hermoso bosque, oscuro y hondo.
Pero tengo promesas que cumplir,
Y mucho que andar antes de dormir,
Y mucho que andar antes de dormir.

Traducción de Martín Monreal

*

Whose woods these are I think I know.
His house is in the village, though;
He will not see me stopping here
To watch his woods fill up with snow.

My little horse must think it queer
To stop without a farmhouse near
Between the woods and frozen lake
The darkest evening of the year.

He gives his harness bells a shake
To ask if there is some mistake.
The only other sound's the sweep
Of easy wind and downy flake.

The woods are lovely, dark, and deep,
But I have promises to keep,
And miles to go before I sleep,
And miles to go before I sleep. 




William Shakespeare - Soneto 73: "En mí puedes ver esa estación del año" / Sonnet 73: "That time of year thou mayst in me behold"




Traducción de Martín Monreal


SONETO LXXIII (Versión 1 - Endecasílabos)

Ese momento puedes ver en mí,
cuando las hojas amarillas, pocas
o ninguna, se cuelgan de las ramas
que tiemblan contra el viento, desolados
coros en ruinas, donde suaves pájaros
cantaban cuando caía la tarde.

En mí ves la penumbra de ese día
que después del ocaso se hace tenue
en el oeste. La noche, esa otra
muerte, muy poco a poco lo desarma 
y sella todo con silencio y calma.

En mí ves el fulgor de aquella llama 
que en las cenizas de su juventud
descansa, como en el lecho final
donde deberá expirar, consumido
por lo que alguna vez fue su alimento.

De todo te das cuenta. 
   Se hace fuerte
tu amor: para querer más tiernamente
lo que habrás de dejar aquí por siempre.  

SONETO LXXIII (Versión 2 - Verso libre)

En mí puedes ver esa estación del año
en que hojas amarillas —pocas, o ninguna—
cuelgan de las ramas que tiemblan contra el viento,
desnudos coros en ruinas donde, al atardecer, los pajaros cantaban.

En mí ves la penumbra de ese día
que después del ocaso se hace tenue 
en el oeste. La noche, esa otra muerte, 
se la lleva poco a poco y sella todo en su silencio. 

En mí ves el brillo de aquel fuego
que descansa en las cenizas de su juventud
como en el lecho donde deberá expirar
consumido por aquello que alguna vez lo alimentaba.

De todo esto te das cuenta. Tu amor se hace más fuerte
para amar tiernamente lo que habrás de dejar aquí por siempre.





SONNET LXXIII

That time of year thou mayst in me behold 
When yellow leaves, or none, or few, do hang
Upon those boughs which shake against the cold, 
Bare ruin'd choirs, where late the sweet birds sang. 

In me thou seest the twilight of such day 
As after sunset fadeth in the west, 
Which by and by black night doth take away,
Death's second self, that seals up all in rest. 

In me thou see'st the glowing of such fire 
That on the ashes of his youth doth lie, 
As the death-bed whereon it must expire 
Consumed with that which it was nourish'd by. 

   This thou perceivest, which makes thy love more strong,
   To love that well which thou must leave ere long.

Machado de Assis - A Carolina (Español/Portugués)




Querida, al pie del lecho postrero
En que descansas de esta larga vida,
Aquí vengo hasta ti, pobre querida,
A traerte el corazón de un compañero.

Me impulsa aquel afecto verdadero
Que, a despecho de la humana faena,
Hace que nuestra existencia sea plena    
Y en un rincón esconde un mundo entero.

Flores te traigo, restos arrancados
De la tierra que nos vio pasar unidos
Y ahora, muertos, nos dejan separados.

Que yo, si tengo en los ojos malheridos
Pensamientos de vida formulados,
Son pensamientos idos y vividos.


Traducción de Martín Monreal.


*

Querida, ao pé do leito derradeiro
Em que descansas dessa longa vida,
Aqui venho e virei, pobre querida,
Trazer-te o coração do companheiro.

Pulsa-lhe aquele afeto verdadeiro
Que, a despeito de toda a humana lida,
Fez a nossa existência apetecida
E num recanto pôs um mundo inteiro.

Trago-te flores, - restos arrancados
Da terra que nos viu passar unidos
E ora mortos nos deixa e separados.

Que eu, se tenho nos olhos malferidos
Pensamentos de vida formulados,
São pensamentos idos e vividos.