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16.3.15

Catulo: Poema 13 ¨Cenarás bien, Fábulo mío, en casa¨ / Catullus: "Cenabis bene, mi Fabulle"

Cenarás bien, Fábulo mío, en casa,
en unos días, con el favor de los Dioses,
si traes comida buena y abundante,
no sin una hermosa muchacha,
y vino y sal y mucha risa.
Haz así, querido amigo, tráelo, ven,
y cenarás bien; que la bolsa de tu Catulo
está llena de telarañas.
Por mi lado recibirás el más puro cariño
o quizá algo más suave y elegante:
el perfume que a mi amada regalaron
las Venus y los Cupidos.
Cuando lo huelas, a los Dioses rogarás
que te hagan todo, Fábulo, nariz.


Traducido por Martín Monreal





Cenabis bene, mi Fabulle, apud me
paucis, si tibi di favent, diebus,
si tecum attuleris bonam atque magnam
cenam, non sine candida puella
et vino et sale et omnibus cachinnis.
haec si, inquam, attuleris, venuste noster
cenabis bene; nam tui Catulli
plenus sacculus est aranearum.
sed contra accipies meros amores
seu quid suavius elegantiusve est:
nam unguentum dabo, quod meae puellae
donarunt Veneres Cupidinesque,
quod tu cum olfacies, deos rogabis
totum ut te faciant, Fabulle, nasum.










Catulo: Poema 5 ¨Vivamos, Lesbia mía¨ - Catullus: ¨Vivamus, mea Lesbia¨


Vivamos, Lesbia mía, y amemos,
que los rumores severos de los viejos
valdrán para nosotros un centavo.
Los soles se ponen y surgen nuevamente;
para nosotros, cuando nuestra breve luz se apaga,
la noche es un sueño perpetuo.
Dame mil besos, después cien,
después mil otra vez, después cien más,
después de nuevo otros mil, después cien.
Luego, cuando muchos miles juntemos,
los confundiremos para no saber,
y para que ningún malvado envidioso sepa,
cuántos besos son.
 

Traducción Martín Monreal




Vivamus, mea Lesbia, atque amemus
rumoresque senum seueriorum
omnes unius aestimemus assis.
soles occidere et redire possunt;
nobis, cum semel occidit breuis lux,
nox est perpetua una dormienda.
da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum;
dein cum milia multa fecerimus
conturbabimus illa ne sciamus
aut ne quis malus inuidere possit
cum tantum sciat basiorum.










30.12.14

Francois Villon - Balada de los Contrarios / Ballade des Contre-Vérités


1.

No hay más cura que el hambre,
Ni servicios que los de un enemigo
Ni sabores que los de un fardo de heno
Ni centinelas que un hombre dormido
Ni clemencia que la traición
Ni refugio que entre los desamparados
Ni fe que la de quien reniega
Ni mejor aconsejados que los enamorados.

2.

No hay más engendramiento que en los baños
Ni buen nombre que el del desterrado
Ni risa que después de un puñetazo
Ni honra que en las deudas sin pagar
Ni amor sincero que en la adulación
Ni encuentro que de miserables
Ni reporte verdadero que la mentira
Ni mejor aconsejados que los enamorados.

3.

No hay más reposo que vivir preocupado
Ni acción elevada que decir, "¡Puaj!"
Ni derroche que de falsas monedas
Ni salud que una inflamación
Ni coraje que en la cobardía
Ni cautela que la de los furiosos
Ni ternura que en la mujer turbada
Ni mejor aconsejados que los enamorados.

4.

Y, ¿quieren que les diga la verdad?
No hay más goce que en la enfermedad
Historia más cierta que en el teatro
Canalla más vil que el caballero
Sonido más horrible que una melodía
Ni mejor aconsejados que los enamorados.

Traducido por Martín Monreal



Ballade des contre-vérités
Il n'est soin que quand on a faim
Ne service que d'ennemi,
Ne mâcher qu'un botel de fain,
Ne fort guet que d'homme endormi,
Ne clémence que félonie,
N'assurance que de peureux,
Ne foi que d'homme qui renie,
Ne bien conseillé qu'amoureux.

Il n'est engendrement qu'en boin
Ne bon bruit que d'homme banni,
Ne ris qu'après un coup de poing,
Ne lotz que dettes mettre en ni,
Ne vraie amour qu'en flatterie,
N'encontre que de malheureux,
Ne vrai rapport que menterie,
Ne bien conseillé qu'amoureux.

Ne tel repos que vivre en soin,
N'honneur porter que dire : " Fi ! ",
Ne soi vanter que de faux coin,
Ne santé que d'homme bouffi,
Ne haut vouloir que couardie,
Ne conseil que de furieux,
Ne douceur qu'en femme étourdie,
Ne bien conseillé qu'amoureux.

Voulez-vous que verté vous dire ?
Il n'est jouer qu'en maladie,
Lettre vraie qu'en tragédie,
Lâche homme que chevalereux,
Orrible son que mélodie,
Ne bien conseillé qu'amoureux.

Sir Walter Raleigh - Incluso Así es el Tiempo / Even Such is Time

INCLUSO así es el Tiempo, a quien confiamos
Nuestra dicha, y juventud, y nuestro todo,
Y no nos paga más que en polvo y años;
Que, en el negro y silencioso lodo,
Con todos los caminos ya vagados,
La historia cierra de nuestro albedrío:
Y de cuya tierra y tumba y polvo
El Señor habrá de alzarme, confío.

Traducido por Martín Monreal





EVEN such is time, that takes in trust
Our youth, our joys, our all we have,
And pays us but with earth and dust;
Who, in the dark and silent grave,
When we have wandered all our ways,
Shuts up the story of our days:
And from this earth and grave and dust,
The Lord shall raise me up, I trust.



22.12.14

Robert Frost - Parando en los Bosques una Noche Nevada / Stopping by Woods on a Snowy Evening





De quién son estos bosques creo saber.
Su casa está en el pueblo, sin embargo;
No me verá pararme aquí
A ver cómo sus tierras se llenan de nieve.

Mi pequeño caballo debe pensar que es raro
Detenerse sin una granja en vista,
Entre el bosque y el lago congelado,
En la noche más oscura del año.

Sacude brevemente las campanas de su arnés,
Inquiriendo si no hay algún error.
El único otro ruido es el barrer
Del viento ligero y los suaves copos.

Es un hermoso bosque, oscuro y hondo.
Pero tengo promesas que cumplir,
Y mucho que andar antes de dormir,
Y mucho que andar antes de dormir.

Traducción de Martín Monreal

*

Whose woods these are I think I know.
His house is in the village, though;
He will not see me stopping here
To watch his woods fill up with snow.

My little horse must think it queer
To stop without a farmhouse near
Between the woods and frozen lake
The darkest evening of the year.

He gives his harness bells a shake
To ask if there is some mistake.
The only other sound's the sweep
Of easy wind and downy flake.

The woods are lovely, dark, and deep,
But I have promises to keep,
And miles to go before I sleep,
And miles to go before I sleep. 




William Shakespeare - Soneto 73: "En mí puedes ver esa estación del año" / Sonnet 73: "That time of year thou mayst in me behold"




Traducción de Martín Monreal


SONETO LXXIII (Versión 1 - Endecasílabos)

Ese momento puedes ver en mí,
cuando las hojas amarillas, pocas
o ninguna, se cuelgan de las ramas
que tiemblan contra el viento, desolados
coros en ruinas, donde suaves pájaros
cantaban cuando caía la tarde.

En mí ves la penumbra de ese día
que después del ocaso se hace tenue
en el oeste. La noche, esa otra
muerte, muy poco a poco lo desarma 
y sella todo con silencio y calma.

En mí ves el fulgor de aquella llama 
que en las cenizas de su juventud
descansa, como en el lecho final
donde deberá expirar, consumido
por lo que alguna vez fue su alimento.

De todo te das cuenta. 
   Se hace fuerte
tu amor: para querer más tiernamente
lo que habrás de dejar aquí por siempre.  

SONETO LXXIII (Versión 2 - Verso libre)

En mí puedes ver esa estación del año
en que hojas amarillas —pocas, o ninguna—
cuelgan de las ramas que tiemblan contra el viento,
desnudos coros en ruinas donde, al atardecer, los pajaros cantaban.

En mí ves la penumbra de ese día
que después del ocaso se hace tenue 
en el oeste. La noche, esa otra muerte, 
se la lleva poco a poco y sella todo en su silencio. 

En mí ves el brillo de aquel fuego
que descansa en las cenizas de su juventud
como en el lecho donde deberá expirar
consumido por aquello que alguna vez lo alimentaba.

De todo esto te das cuenta. Tu amor se hace más fuerte
para amar tiernamente lo que habrás de dejar aquí por siempre.





SONNET LXXIII

That time of year thou mayst in me behold 
When yellow leaves, or none, or few, do hang
Upon those boughs which shake against the cold, 
Bare ruin'd choirs, where late the sweet birds sang. 

In me thou seest the twilight of such day 
As after sunset fadeth in the west, 
Which by and by black night doth take away,
Death's second self, that seals up all in rest. 

In me thou see'st the glowing of such fire 
That on the ashes of his youth doth lie, 
As the death-bed whereon it must expire 
Consumed with that which it was nourish'd by. 

   This thou perceivest, which makes thy love more strong,
   To love that well which thou must leave ere long.

Machado de Assis - A Carolina (Español/Portugués)




Querida, al pie del lecho postrero
En que descansas de esta larga vida,
Aquí vengo hasta ti, pobre querida,
A traerte el corazón de un compañero.

Me impulsa aquel afecto verdadero
Que, a despecho de la humana faena,
Hace que nuestra existencia sea plena    
Y en un rincón esconde un mundo entero.

Flores te traigo, restos arrancados
De la tierra que nos vio pasar unidos
Y ahora, muertos, nos dejan separados.

Que yo, si tengo en los ojos malheridos
Pensamientos de vida formulados,
Son pensamientos idos y vividos.


Traducción de Martín Monreal.


*

Querida, ao pé do leito derradeiro
Em que descansas dessa longa vida,
Aqui venho e virei, pobre querida,
Trazer-te o coração do companheiro.

Pulsa-lhe aquele afeto verdadeiro
Que, a despeito de toda a humana lida,
Fez a nossa existência apetecida
E num recanto pôs um mundo inteiro.

Trago-te flores, - restos arrancados
Da terra que nos viu passar unidos
E ora mortos nos deixa e separados.

Que eu, se tenho nos olhos malferidos
Pensamentos de vida formulados,
São pensamentos idos e vividos.




31.1.13

Giacomo Leopardi. El Infinito / L'Infinito

Siempre cara me fue esta yerma cumbre,
Y esta cerca, que de tanta parte
Del último horizonte la vista excluye.
Pero sentado y contemplando interminables
Espacios a lo lejos, y sobrehumanos
Silencios, y la profundísima calma,
En el pensar me hundo, hasta donde por poco
no se espanta el corazón. Y como el viento
Oigo susurrar entre las plantas, a aquel
Infinito silencio esta voz
Voy comparando; y me sobreviene lo eterno,
Y las estaciones muertas, y la presente,
Tan viva, y su sonido. Así en esta
Inmensidad se anega el pensamiento mío;
Y naufragar me es dulce en este mar.

Traducción: Martín Monreal


Tomada de www.lovemarche.com/recanati.htm


L'Infinito

Sempre caro mi fu quest'ermo colle
E questa siepe che da tanta parte
Dell' ultimo orrizonte il guardo esclude.
Ma sedendo e mirando interminati
Spazi di là da quella, e sovrumani
Silenzi, e profondissima quiete,
Io nel pensier mi fingo, ove per poco
Il cor non si spaura. E come il vento
Odo stormir tra queste piante, io quello
Infinito silenzio a questa voce
Vo comparando; e mi sovvien l'eterno,
E le morte stagioni, e la presente
E viva, e il suon di lei. Così tra questa
Immensità s'annega il pensier mio:
E il naufragar m'è dolce in questo mare.

Fotos de Recanati, lugar de nacimiento de Leopardi en http://www.lovemarche.com/recanati.htm

4.6.08

Tortuga Marina / Sea Turtle




Esta es mi traducción de uno de los textos de Rebecca Norris Webb que acompañan las fotografías de su libro THE GLASS BETWEEN US. También pueden leer algunas más en su website: http://www.theglassbetweenus.com


En el acuario de La Habana, veo a un hombre inclinarse sobre el borde de un tanque azul. Alto, de pecho ancho como un nadador, toma la aleta de una tortuga marina, tira fuertemente. Libre del agua, la delicada cabeza de la criatura se sostiene ahora, me parece, peligrosamente cerca del ancho, implacable labio del tanque de cemento.

El altoparlante ruge, no una reprimenda sino una rumba. El hombre sostiene la tortuga cerca de su pecho. ¿No debería sentirme alarmada o incluso indignada? ¿Entoces por qué siento en cambio la punzada ardiente y familiar de los celos ?

El hombre la suelta. Un salpicón, mucha risa. Asombrosamente, la turtuga ofrece su aleta como si fuese una mano. El hombre acepta la invitación. La danza comienza.

* *

At the Havana aquarium, I watch a man bow over the edge of a blue tank. Tall, broad chested as a swimmer, he grabs the flipper of a sea turtlle, yanks up hard. Free of the water, the creature’s delicate head now hovers, it seems to me, dangerously near to the wide, unforgiving lip of the cement tank.

The loudspeaker roars, not a reprimand, but a rumba. The man tugs the turtle close to his chest. Shouldn’t I feel alarm or maybe indignation? So why do I feel instead the hot familiar pangs of jelousy?

The man lets go. A splash, much laughter. Astonishingly, the turtle offers her flipper as if it were a hand. The man accepts the invitation. The dance begins.

The Glass Between Us, photographs and text by Rebecca Norris Webb, published by Channel Photographics, 2006. Traducción de Martín Monreal

Gloria - Pequeño Homenaje a Nabokov

Por supuesto, hay más en Nabokov que sarcasmo, humor negro y aliteración: sus libros contienen algunos de los pasajes de mayor ternura en la literatura moderna. Aquí va un pequeño homenaje, mi traducción de un fragmento de uno de sus textos menos visitados, la novela "Gloria". 

Sofía intentó pensar en voz baja, es decir, sin suspiros ni sollozos (la puerta que daba a la habitación de su hijo estaba entreabierta). Recordó otra vez, puntillosamente y en detalle, todo lo que la había llevado a separarse de Edelweiss. Repasando cada instante, vio claramente que en aquellas circunstancias no podría haber actuado de otra manera. Pero así y todo un error acechaba oculto en alguna parte; así y todo, si no se hubiesen separado, no habría muerto de esa manera, solo en una habitación vacía, sofocándose, desamparado, recordando quizá su último año de felicidad juntos (de una relativa felicidad, en todo caso), y el último viaje que habían hecho, a Biarritz, la excursión a Croix-de-Mouguére, y las pequeñas galerías de Bayonne. Ella creía firmemente en la existencia de cierto poder que guardaba el mismo parecido con Dios como la casa de un hombre al cual uno no ha visto jamás, sus pertenencias, su jardín de invierno y sus panales, su voz distante, oída por azar en el campo abierto, guardan con su dueño. Le hubiese avergonzado llamar “Dios” a ese poder, así como hay Peters e Ivanes que no pueden pronunciar “Pete” o “Vanya” sin una sensación de falsedad, mientras hay otros que, al reportar una larga conversación, pronuncian sus nombres o, aun peor, sus sobrenombres, con gusto veinte veces o más. Este poder no estaba conectado con la Iglesia, y no absolvía ni castigaba pecado alguno. Era sólo que a veces sentía vergüenza en presencia de un árbol, de una nube, de un perro, o del aire mismo que podía transportar una palabra grosera tan religiosamente como una amable. Y ahora Sofía, a la vez que pensaba en su aborrecido, desamorado marido y su muerte, incluso mientras repetía palabras de plegarias que le eran familiares desde la infancia, en realidad esforzaba todo su ser para — fortalecida por tres o cuatro recuerdos felices, a través de la niebla, a través de grandes extensiones de espacio, a través de todo aquello que permanecería por siempre incomprensible — poder darle a su esposo un beso en la frente.

Vladimir Nabokov, " Gloria". Traducción de Martín Monreal