Vivamos, Lesbia mía, y amemos,
que los rumores severos de los viejos
valdrán para nosotros un centavo.
Los soles se ponen y surgen nuevamente;
para nosotros, cuando nuestra breve luz se apaga,
la noche es un sueño perpetuo.
Dame mil besos, después cien,
después mil otra vez, después cien más,
después de nuevo otros mil, después cien.
Luego, cuando muchos miles juntemos,
los confundiremos para no saber,
y para que ningún malvado envidioso sepa,
cuántos besos son.
Traducción Martín Monreal
Vivamus, mea Lesbia, atque amemus
rumoresque senum seueriorum
omnes unius aestimemus assis.
soles occidere et redire possunt;
nobis, cum semel occidit breuis lux,
nox est perpetua una dormienda.
da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum;
dein cum milia multa fecerimus
conturbabimus illa ne sciamus
aut ne quis malus inuidere possit
cum tantum sciat basiorum.